Homenaje a Pilar Paz Pasamar. 2007

Homenaje a Pilar Paz Pasamar. 2007

La noche está llena de rincones,
como aquellos donde guardas memorias
y resucitas el sueño;
donde paseas un tiempo ya lejano,
donde colgaste tu infancia renacida
y otras vidas danzaron a tu paso.
Rincones con rostros sonrientes, amables,
con los que comulgaste infinitas liturgias
llenas de tesoros ahora inalcanzables.
Rincones viejos con sabor a niños,
a pan y chocolate;
con sabor a rayuelas simétricas
y tejos de la infancia.
¿Por qué se fueron?
¿Dónde perdiéronse un día?
Hoy la noche los devuelve,
los brota de las zanjas profundas
que entonces horadaron.
Rincones de sosiego, de duendes,
de calmas coincidencias
donde la mano amiga ha trazado
un destino de fervientes victorias.
Rincones de sustento.

Y comprender que vives rodeada
de asfalto, prisas y horarios con su tedio.
La noche está llena de rincones ocultos
pero no son oscuros ni tenaces ni lúgubres,
ni tan siquiera con pesadumbre a cuestas.
Son rincones surgidos al calor de los pasos
de niños ya crecidos, que iluminan
con gozo esta andadura vieja.
O tal vez sea como un día escribí:
Son “… tus rincones de lluvia.
La lluvia que comparto con la brisa que llega
e ilumina temprana mi cuenco derramado”.