Mitos y leyendas del estrecho de Gibraltar y sus orillas. 2009

Mitos y leyendas del estrecho de Gibraltar y sus orillas. 2009

He ido hacia Tarifa donde un mar
retiene mensajes de olas y de sueños.
Las pateras arriban con su dulce
congoja y unas manos sencillas
repletas de ilusiones.
Un paisaje terrible se ofrece
con su carga de vida y esperanza.

Hubo un tiempo, también,
con arribo y con pena,
con azotes frecuentes de escalar
las almenas que sufrían asedio.
Y tú, Torreón de Guzmanes,
de soldados valientes, te esforzabas
continuo entre defensa y tregua.
Tu piedra y tu coracha, de argamasa
vestidas, albergan militancia
como recuerdo fiel
de un tiempo transcurrido.
Con Pérez de Guzmán viviste
una historia valiente y compartida
entre renuncia y héroe,
aquel que defendía con noble
corazón la ciudad y sus gentes.
Y fue su hijo mártir de enemigo y
Castilla, y su puñal de años
fue ofrecido con fe, por la tierra
en peligro. Y allí, al pie
del pétreo muro, donde hoy existen
casitas encaladas vestidas de
un olvido, donde la gente pasa
ignorando la historia, Guzmán,
perdió una vida inocente y querida.

Aquí, en otras latitudes de
africanas vivencias y en tiempo
actualizado de paz y de concordia,
el personaje Bueno, el Guzmán
de Tarifa flanquea nueva entrada
abierta a ciudadanos que buscan
en recinto, sembrado de parterres,
unas horas de ocio, compañía gratísima,
y su puñal alzado no repite la gesta
de aquella reconquista, pero queda
perenne para historia y los siglos.